miércoles, 27 de noviembre de 2013

Doña Dinora, a tres años de ser jubilada.

Co-propietaria de una "comercial" donde se venden electrodomésticos, camas, muebles, en fin, enseres para amueblar la casa y el entretenimiento hogareño descansaba los sábados afuera del negocio, leyendo el períodico, la biblia o tomándose una taza de café con semita. En las vacaciones de fin de año podía verla más seguido supervisando el negocio. De lunes a viernes era una empleada de uno de los famosos almacenes de la capital, hace tres años cumplió su tiempo laboral y decidió jubilarse. Por ende la vi más seguido al frente de la comercial. Hace 3 a 4 meses le diagnosticaron cáncer de estómago, ese que ya no te deja disfrutar la semita con café ni ninguna otra comida. Hace dos semanas fue su funeral; y como es costumbre de los muertos del condominio, me llegó a visitar a las 3:00am y no me dejó seguir durmiendo. ¡Buen viaje niña Dinora!

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